El presidente Donald Trump ha desatado una nueva escalada en la guerra comercial global al anunciar aranceles recíprocos del 104% sobre las importaciones provenientes de China y otros 56 países, con el objetivo de corregir desequilibrios comerciales y reactivar la manufactura estadounidense.
Un Golpe Directo a China
El nuevo arancel del 104% a productos chinos responde a un incremento del 34% que Pekín aplicó la semana pasada a bienes estadounidenses. Aunque el porcentaje real se sitúa en un 54%, al sumarse los aranceles anteriores del 20%, el mensaje es claro: Trump no piensa ceder. La medida busca obligar a China a modificar sus prácticas comerciales y trasladar más producción al territorio estadounidense.
Apple en el Ojo del Huracán
Gigantes como Apple podrían verse gravemente afectados. Actualmente, el 98% de su manufactura depende de países impactados por los aranceles, según datos de CNBC. Mover la producción a EE.UU. encarecería los costos de forma drástica, lo que obligaría a subir precios o trasladar operaciones a países como India o Vietnam.
El impacto ya se refleja en los mercados: el 8 de abril, los principales índices bursátiles cayeron un 5%, mientras Elon Musk criticó abiertamente la política comercial de Trump y arremetió contra su asesor Peter Navarro.
No Solo China: Aranceles a 56 Países
La política de Trump no se limita a China. La medida también afecta a 56 países adicionales, entre ellos miembros de la Unión Europea, Japón y Corea del Sur. Según la Casa Blanca, los aranceles buscan equiparar lo que otros países ya cobran a EE.UU., y han sido justificados como parte de una “emergencia nacional” para proteger industrias estratégicas, tal como ocurrió con el acero en 2018.
Reacciones Divididas
Mientras sectores industriales celebran la medida por su potencial para proteger empleos locales, varios analistas y exfuncionarios, como Carlos Gutiérrez, han advertido sobre el riesgo de una “guerra comercial total” con consecuencias globales. Desde China, el Ministerio de Comercio respondió con dureza, prometiendo “luchar hasta el final” si las tensiones continúan escalando.
¿Qué Esperar Ahora?
Aunque Trump ha declarado que “China quiere negociar”, muchos economistas son escépticos. Estudios del Tax Foundation señalan que los aranceles de 2018 no lograron incrementar significativamente el empleo, y ahora podrían generar una mayor carga para los consumidores estadounidenses.