El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se encuentra en recuperación en una unidad de cuidados intensivos (UCI) tras someterse a una cirugía de 12 horas debido a problemas intestinales crónicos que arrastra desde que fue apuñalado durante la campaña presidencial en 2018.
Complicaciones derivadas del atentado de 2018
La intervención quirúrgica, realizada en un hospital privado en São Paulo, fue necesaria para atender un cuadro de obstrucción intestinal severa, una de las múltiples secuelas que ha sufrido desde el atentado con arma blanca que casi le cuesta la vida hace siete años.
Desde aquel incidente, Bolsonaro ha sido intervenido quirúrgicamente en al menos seis ocasiones, todas relacionadas con el sistema digestivo.
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Estado actual y parte médico
Fuentes médicas informaron que la operación fue compleja pero exitosa, y que Bolsonaro está siendo monitoreado de cerca en terapia intensiva. “La recuperación será progresiva. El expresidente está consciente y estable, aunque sedado”, señaló el equipo médico.
Su hijo, el diputado Eduardo Bolsonaro, declaró en redes sociales que su padre está “fuerte y luchando”, agradeciendo las muestras de apoyo de simpatizantes.
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Reacciones en el ámbito político
Líderes de distintos sectores políticos han reaccionado a la noticia. Mientras algunos opositores han mantenido silencio, otras figuras de la derecha brasileña han mostrado preocupación y han pedido oraciones por la pronta recuperación del exmandatario.
Bolsonaro, una figura polarizante en la política brasileña, sigue siendo un actor influyente en el escenario nacional, incluso tras dejar el poder en 2022.
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Conclusión: Bolsonaro vuelve a enfrentar una dura prueba médica
La salud del exmandatario ha sido tema de debate constante desde 2018. Esta nueva cirugía refuerza la fragilidad que ha enfrentado tras el atentado, mientras sus seguidores esperan su recuperación completa.