Washington D.C., 9 de abril de 2025 — El presidente Donald Trump anunció una suspensión temporal de aranceles por 90 días para la mayoría de los países, con la notable excepción de China, que enfrentará un aumento arancelario hasta el 125%. En una conferencia desde la Casa Blanca, Trump calificó la medida como una respuesta necesaria ante los “abusos comerciales” de Beijing que —según él— amenazan la seguridad nacional de EE. UU.

Alivio para aliados, presión para China

La suspensión beneficia a socios clave como Canadá, México y la Unión Europea, quienes previamente enfrentaban tasas del 10% al 25%. “Damos 90 días para lograr acuerdos justos”, declaró Trump. China quedó excluida y, según datos de ImportGenius, con el nuevo arancel estaría aportando $1.24 mil millones diarios al Tesoro estadounidense. El presidente invocó una “emergencia nacional” para justificar la medida, vinculándola con el déficit comercial que supera los $900 mil millones.

China responde con fuerza y los mercados caen

Pekín no tardó en reaccionar, calificando la medida como una “provocación directa” y anunciando aranceles del 20% sobre productos agrícolas estadounidenses. Mientras tanto, Canadá y la UE celebraron la pausa. Sin embargo, la tensión golpeó a Wall Street: el Dow Jones cayó un 2.3%. Mark Zandi, economista jefe de Moody’s, advirtió que los precios de bienes de consumo podrían aumentar hasta un 15%.

División política en EE. UU.

En redes sociales, el hashtag #TrumpTariffs se volvió tendencia. Algunos usuarios aplauden la defensa del empleo nacional, mientras otros critican la inestabilidad económica. Según una encuesta de CNN, el 52% de los encuestados apoya la suspensión temporal, pero solo el 38% está de acuerdo con el arancel a China. Líderes políticos también se pronunciaron: Mitch McConnell respaldó la medida; Nancy Pelosi la calificó como “jugar con fuego”, especialmente con la inflación actual en 6.2%.

¿Medida electoral o estrategia económica?

Analistas creen que este giro busca recuperar apoyo tras un primer trimestre débil en crecimiento económico. Aunque acuerdos con aliados podrían fortalecer a EE. UU., una escalada con China podría costar hasta un 0.5% del PIB en 2026. “Es una apuesta arriesgada”, dijo Ellen Zentner, economista de Morgan Stanley.

La reacción del ciudadano común

Productores y consumidores ya sienten el impacto. Tom Bradley, agricultor de Iowa, teme perder su mayor mercado. En California, María Gómez espera un aumento del 20% en los precios de productos electrónicos. Ambos reflejan la incertidumbre que vive la economía local frente a esta política comercial.

¿Qué viene ahora?

Con una guerra comercial latente y precios al alza, los próximos 90 días serán clave. La administración Trump confía en que la presión obligará a China a negociar. Sin embargo, la historia de represalias sugiere que el camino podría ser más turbulento de lo que parece.

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