Una clínica australiana implantó accidentalmente el embrión de una pareja en otra mujer, quien dio a luz sin saber que el bebé no era biológicamente suyo. El caso ha causado indignación y reabre el debate sobre la regulación de la fertilización asistida.
Una clínica de fertilidad en Brisbane, Australia, se encuentra en el centro de una polémica internacional tras un error que ha conmocionado al sector médico. Monash IVF, una de las principales clínicas del país, implantó por equivocación el embrión de una pareja en otra paciente, quien posteriormente dio a luz a un bebé que no es biológicamente suyo.
¿Cómo funciona el proceso de fertilización in vitro (FIV)?
El error fue descubierto en febrero de 2025, cuando la pareja biológica solicitó la transferencia de sus embriones congelados a otra clínica. Durante el proceso, se detectó que uno de los embriones ya había sido utilizado sin su conocimiento.
Monash IVF reconoció que se trató de un “error humano” a pesar de contar con estrictos protocolos de seguridad. La clínica ha iniciado una investigación independiente y está brindando apoyo a las familias afectadas.
Este incidente ha reavivado el debate en Australia sobre la regulación de las clínicas de fertilidad, especialmente en Queensland, donde recientemente se implementaron leyes más estrictas para supervisar el proceso de fertilización in vitro. Estas nuevas normas incluyen un registro nacional de nacimientos por FIV y medidas de protección sobre los datos genéticos de los donantes.
No es la primera vez que la clínica enfrenta críticas. En 2023, Monash IVF acordó pagar 56 millones de dólares australianos tras una demanda colectiva por la destrucción errónea de embriones viables, debido a fallos en sus pruebas genéticas.
El caso actual pone en tela de juicio los protocolos de seguridad en clínicas de fertilidad y evidencia la urgencia de una regulación más estricta para evitar consecuencias devastadoras para las familias involucradas.